El gobierno de E.U.A. hará un anuncio sobre los avistamientos O.V.N.I. en estos últimos años. ¿Qué pintura les mostramos si ya llegaron a nuestro planeta?
Te estarás preguntando:
¿Qué tiene que ver el fenómeno OVNI con la pintura?
Te explicamos todo en contexto:
En los últimos días ha existido un revuelo importante en las redes sociales y la red en general. puesto que el gobierno de EUA ha declarado que se harán anuncios de transparencia debido a la gran cantidad de avistamientos OVNI en los últimos años, especialmente por la gente de la marina y las fuerzas aéreas del ejército.
La humanidad está a la expectativa. ¿Será que ya estamos invadidos por extraterrestres, cómo se han planteado las teorías de conspiración desde siempre? ¡Vaya, que en este punto cualquier teoría es válida!
Pensando en que los extraterrestres estén entre nosotros, o que estén próximos a llegar, o que os hayamos enterado sobre su existencia real, tangible y temible… ¿Qué les dirías? ¿Cómo te comunicarías con ellos?
En Pinceles y Más tenemos una idea genial y muy intelectual:
“El arte como agente de transformación y comunicación con seres de otros mundos”
Así es: el arte es el medio perfecto para entender los confines de una especie porque…
Es visual.
En ella se proyectan las formas visuales más comunes: cómo son nuestros cuerpos, cómo se cubren con ropajes, muestra lo que somos de manera física, así como, también, el mundo que nos rodea.
La obra visual preferida sería:
El Jardín de las Delicias – El Bosco, en donde se muestra el cuerpo humano exactamente como es: al desnudo, en su esplendor. Así mismo, la pintura narra, de una excelsa manera, las figuras que dan lugar a nuestras tentaciones y diatribas más profundas.
Es emocional.
El arte narra, a la perfección, nuestras emociones. El arte es el reflejo que da luz a lo que somos por dentro, a las cualidades que nos hacen, pues… humanos. Las tristezas, la soledad, lo que nos hace felices y lo que nos hace vibrar está dispuesto a la perfección en el arte.
El más claro ejemplo es:
Saturno devorando a su hijo, de Francisco de Goya, que demuestra una de las emociones más latentes en nuestras sociedades: “la avaricia”. Saturno, aquí, está devorando a sus hijos uno por uno, ya que se ha enterado (en las Metamorfosis de Ovidio). que uno de sus hijos ha llegado para quitarle el trono. Saturno los devora para evitar perder su poder.
Cuenta nuestro estado político.
El globo terráqueo está plagado de humanos. Predominamos, o al menos dominamos. Habitamos este mundo y entre todos, tantos como somos, luchamos por su dominio, por los espacios, por abarcar los recursos que el planeta nos brinda y por los cuales vivimos en disputa. El arte, nuestra forma más precisa de comunicación (aunque difieran los lingüistas), conserva en sus trazos el retrato de lo que somos, de lo poco que hemos entendido uno del otro, de los anclajes milenarios que aun hoy nos rigen y dominan nuestra longitudinaria peregrinación en este globo hecho de gas y piedra.
El más claro ejemplo de esto es:
El Guernica, de Pablo Picasso: durante la guerra civil en España, un bombardeo aéreo terrible sucedió en una región vasca de este país. La parte horrible, más allá del uso de armas de destrucción masiva, es que el bombardeo fue ordenado para ejecutarse contra la misma sociedad civil, por lo que es una de las tragedias de derechos humanos más tremendas de la historia. El año de 1937 fue petrificado en el tiempo, no solo en los corazones rotos de quienes presenciaron esto, sino en las líneas creativas y expresivas de los trazos de uno de los grandes de la pintura universal.
Porque no solo habemos humanos.
Gran parte de las creaciones pictóricas retratan animales, es decir, al sinfín de especies con las que cohabitamos este espacio. A través de la pintura, los artistas plasman el cariño que tenemos por los animales, un cariño contrariado por las calamidades universales de la evolución y la cadena alimenticia. En este mundo hay otros mamíferos, animales acuáticos y subacuáticos, anfibios, insectos y aves por igual. No estamos solos y los alienígenas deben enterarse.
El ejemplo perfecto de esto es:
Perros jugando al Póker, de Cassius Marcellus Coolidge: esta obra es genial en todos los sentidos. Tiene perros, amorosos perros, pero tiene perros que están sentados a la mesa, llevando a cabo una de las acciones más humanas posible: jugar cartas, apostar, hacer trampa, beber y fumar. Animales haciendo cosas de humanos, la inocencia y la tentación en toda su expresión. Es quizá una de las obras pictóricas más descriptivas de lo que somos.
Porque también narra la visión que tenemos sobre ellos.
¿Alguna vez te has imaginado lo gracioso que debe ser para los alienígenas el ver las formas en que los imaginamos? Es altamente probable que, si están allá afuera, sean de formas muy muy diferentes a las que los imaginamos (especialmente porque, como bien decía Carl Jung, no podemos imaginar lo que no conocemos o hemos visto). Como no tenemos escapatoria de nuestro limitado mundo y nuestras cortas percepciones, no tenemos otra opción más que la de hacer descripciones gráficas de nuestra propia deconstrucción y volvernos a construir como bestias, llevando branquias, grandes frentes (como neandertales), ojos prominentes y pieles de colores diferentes. Así mismo, hemos imaginado cómo sería habitar el espacio exterior, surcándolo dentro de enormes naves que conserven las condiciones adecuadas para que podamos habitarlas y cohabitar el espacio con nuestros amigos (o enemigos), alienígenas.
Un buen ejemplo de esto es la obra:
Vincent Di Fate, The Outer Reach: en la que una nave gigantesca ablanda las fibras espacio-temporales, muy al estilo de la ciencia ficción que nació en las años 50 del siglo pasado, y que perdura hasta nuestros días.
Cuéntanos, ¿tú qué obras de arte le mostrarías a un amigo alienígena, si es que ya llegaron a la tierra?
¡Gracias por leer!
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